La importancia de la palabra.
La comunicación como ejemplo vehicular de la condición humana.
Parece tan fácil y en cambio existe una vasta interpretación de lo que uno dice y otro entiende.
Desde el propio entendimiento, razonamos nuestras contestaciones conforme a toda la información que tenemos acumulada desde nuestro nacimiento. Otra cosa es que se adecue a lo que el interlocutor está preguntando. Pues otro tema sería el tratar si sabemos oir o escuchar.
Por ejemplo, en una clase de gimnasia: considerando que todos prestan atención, cosa que debería ser obvia, fíjense ustedes cuando nos dicen que levantemos brazo derecho, pierna derecha. Ahí va bien. Si el caso es, brazo derecho, pierna izquierda. Se complica. Si el ejercicio no tiene paradas. ¡Caos! -yo soy del caos, que conste.
Me sorprendo al ver la cantidad de modalidades que caben dentro de una instrucción tan sencilla. Hay quien opta por pararse, otros por mover piernas o torso a su aire y hay quien empieza una serie distinta de caderas, brazos e incluso levantado rodillas sin compás. Puestos a mover, que se mueva algo.
Esto pasa en una clase sin importancia. Pues trasladémonos a la vida diaria, a la política, al trabajo, a la familia o a los amigos.
La falta de comunicación, la distorsión de la palabra, la manipulación de ideas e incluso de «ideales» a través de un lenguaje que no deja entrever las verdaderas intenciones, como estamos observando últimamente en nuestro día a día.
Pero no todo se compone de una visión negativa del hecho que nos ocupa. Hay un lenguaje no verbal que en muchas ocasiones carece de palabras para describirlo. En cambio, hay monosílabos muy potentes que aplicados convenientemente, no necesitan una exposición más dilatada.
¿Cúal es su opinión al respecto?
Les leo en comentarios.
Un comentario
Si no tengo claro lo que es derecha o izquierda, comokpara ponerse uno a controlar todos los movimientos