El drenaje de la operación de ganglios del brazo derecho duró mucho más tiempo que el de la intervención anterior. No es que sea algo molesto, sino más bien que me hacía sentir como una gasolinera expendiendo oro puro-rosado, en este caso. No ayudaba que en los telediarios las noticias siempre giraban alrededor de la subida de los carburantes…y ya sabéis que cuando mi mente se pone a imaginar debo tener algún duende gamberrillo a la espera de transformar la realidad a su merced. Muchas veces me miro al espejo y me pregunto ¿Madeleine se te está yendo la cabeza?

La cuestión es que vas ideando maneras de llevar la bolsita lo más cómodo posible y, sinceramente, ni se nota. Te lo apañas en la ducha, para salir, para dormir. Es la adaptación al medio como otra cualquiera. Sólo que a mí no me gustaba.

En la consulta con el cirujano pregunté cuántos ganglios me habían quitado y de esas cosas que nunca sales de allí con un número exacto: que lo están estudiando, que hay gente operada antes que yo que aún no tiene resultados, etc. Por lo pronto tenía que esperar casi mes y medio.

Este es el momento en el que tomas la decisión de dejar que el tiempo bata su propio récord. Si corre, estupendo. Si va lento, estupendo. Que si no sabes en qué día te encuentras, estupendo también. Pensé —inocente de mí— ¡pues al menos pasaré el mes de julio y la primera quincena de agosto sin hacer conjeturas!

¿No les ha pasado que cuando están pendientes de una llamada oficial como es el caso de Sanidad, con esos números interminables, coges el teléfono, tratas de aguzar el oído, hasta te enderezas como si te pudieran ver; y así fue como el 21 de julio estaba en la consulta de cirugía quitando el drenaje, viendo que todo estaba cicatrizando a buen ritmo y pasando el testigo a oncología. Me dieron una tabla de ejercicios para que ejercitara el brazo del linfedema y el trabajo del cirujano ya estaba finiquitado de forma satisfactoria.

¿Cúando me llamarán? Pregunté

Le llamarán. Me contestó…

4 respuestas

  1. Les peripècies del oro líquid Rosa tenen la seva. Conya!!! Res que Madeleine no puga resoldre amb molt bon humor! Endevant! A esperar la crida…..

  2. A més de la imaginació de Madeleine, la veritat es que el temps no té el mateix valor ni intensitat, quan estas esperant, una cridà que quan estas gaudin-lo a tope.

  3. Molts anims Madeleine! Se que la teua forma de ser , fara que tot el vaja be! Una abraçada molt gran de algu que t’ estima molt mes que siga a la distancia.

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