Quería compartir el proceso de desprendimiento de mi cuero cabelludo, pero lo dejaremos para una próxima semana ya que he preferido hacer una reflexión sobre las personas que estamos en el proceso de tratamiento de la enfermedad del cáncer.

Hace un par de semanas acompañé a un familiar al centro hospitalario con la previsión de salir de la consulta con una fecha para intervención quirúrgica. El médico nos comenta que no puede concretar el día de la operación porque los quirófanos están saturados realizando operaciones de cáncer principalmente, además de otras, pero a ambas nos llama la atención.

Es como cuando una está embarazada, ve mujeres embarazadas a cada esquina. En este caso ocurre lo mismo. Ahora veo a muchas mujeres con pañuelos, turbantes o gorras. En los hombres, sin embargo, el tema no se detecta a primera vista.

Hemos de saber que existen grupos en las redes sociales de apoyo a las personas que están pasando  por esta circunstancia vital diferente, así como asociaciones locales, comarcales o provinciales que ofrecen orientación y apoyo. Verdaderamente es muy importante su soporte porque están a tu lado para cualquier duda que se nos presente.

Cuando te dan el diagnóstico se produce una barrera mental que separa con un muro invisible el antes y el después de tu vida. Se modifican  tus rutinas diarias, si estás en activo pasas a baja laboral, descienden tus defensas, la apatía quiere apoderarse de tí, surge la pregunta que tanto daño hace  ¿por qué a mí?

En este momento tan importante  necesitamos del apoyo de la familia, de los amigos, del entorno en el que te mueves en general.

Creo que no nos enseñan a manejarnos con las emociones en situaciones críticas tanto a nivel individual como hacia los demás.

Hay muchos tipos de cáncer y cada persona que lo padece es diferente. Los tiempos los tiene que marcar cada enfermo, pero lo que sí es cierto que dejarse ayudar y dejarse querer son dos elementos de suma importancia. Nuestra tarea como enfermos, es mantener una actitud abierta.

En cuestiones médicas son los profesionales los que aplican los tratamientos personalizados para cada paciente. Es su trabajo y el nuestro es dejarnos fluir por la situación por la que estamos atravesando. Cuidarnos. Hacer aquellas cosas que nos proporcionen placer. Poner la mano en el corazón y tomar consciencia del momento totalmente nuevo por el que estamos pasando. Mantener una actitud lo más positiva posible.

Con ello no pretendo que tengamos que estar contentos, porque las sesiones de quimio o radio no son moco de pavo, como se suele decir. O que cuando te tienen que poner la vía y no encuentran la vena adecuada salgas de allí con unos moratones que si se esmeraran podrían parecer tatuajes y no con los rodales que no hay maquillaje que los cubra. Y cuando se te disipan, nueva sesión y nuevo intento de encontrar las venas.

A estas alturas pensar  lo que diga la gente porque vas con pañuelo o calva por la calle no nos debería preocupar tanto. Si se supone que somos tolerantes, debemos serlo con todo y con todos.

Hay personas que, recluidas en sus casas, se mueven en un bucle poco productivo en el que  han visto sesgados de un día para otro sus proyectos. Pues no sé qué respuesta se les podría dar porque cada uno es un mundo aparte y afronta la vida desde parámetros diferentes; pero lo que si está claro es que, en este barco en el que muchos nos movemos, somos todos iguales. Sufrimos lo mismo. Pasamos los mismos procesos. Nos proporcionan los mismos tratamientos; todo con la finalidad de salir vencedores o al menos lo menos dañados posible.

Pero no adelantemos acontecimientos porque no nos beneficia para nada. La enfermedad está ahí y no la debemos esconder. Nuestro trabajo respecto de la sociedad es normalizar algo que ha sido tabú toda la vida, con la ventaja que ahora los medios para tratarla no son los de hace veinte años, por poner una fecha. Los avances son increíbles y debemos confiar en aquellos que se han preparado toda su vida para luchar desde la medicina y nosotros debemos confiar en la ciencia médica.

3 respuestas

  1. No caben palabras para expresar lo evidente, todo lo demás son fantasias para no aceptar la realidad. Y la realidad es estar en cada momento, cuando es triste, triste, cuando superar baches ,estar ahí , cuando reir, a carcajadas si hace falta, pero todo forma parte de la vida.

    1. Madeleine, expressa i mostra la realitat del pacient quan es sabedor del càncer que pateix.

      Més enllà de la realitat. Reivindica la seva visió de que cal mostrar-se amb naturalitat els efectes dels tractaments. Cada vegada més avançats.

      Esta posició de reivindicar viure el moment amb plena intensitat. L’aplaudeix, la valoro i m’ensenya que es possible fer-ho. Gràcies!

  2. La palabra cáncer cuando te la dicen es como si tu cerebro explotará, todos tus sentidos se multiplican, pero es ahí donde tu mente tiene que reaccionar.
    Tenemos q sacar nuestra fuerza mental y física y poder con todo.
    Somos fuertes ante la adversidad.
    VAMOS A POR ELLO!.

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