Voy a ser muy breve porque el tiempo de que disponemos lo exige.
Creo que es un momento oportuno para mencionar esta disertación pronunciada por Federico García Lorca, personaje por todos conocido, poeta y dramaturgo con una personalidad arrolladora, que llevó a cabo en septiembre de 1931, al inaugurar en su pueblo, Fuente Vaqueros, la biblioteca popular, la primera biblioteca pública, seguramente, de toda la provincia de Granada, él así lo remarca, con el título de “Medio pan y un libro”.
Para Lorca las reivindicaciones sociales no estaban reñidas con la defensa de la cultura, de ahí que reconoce que si estuviera hambriento en la calle, no pediría un pan, sino medio pan y un libro.
“Yo ataco desde aquí a los que sólo hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar nunca las culturales. Bien está que todos los hombres coman, pero también que todos los hombres sepan. Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede que de un hambriento”.
En su alocución justifica que el hambre se puede paliar con un mendrugo de pan, no así el ansia de saber cuándo la persona no dispone de medios para alcanzar ese saber y está sediento de adquirir conocimientos, esto es lo que causa una gran agonía al poeta.
También menciona al insigne escritor ruso Fiódor Dostoyevski, que estuvo prisionero en Siberia y que sólo decía: ¡Enviadme libros, libros y más libros para que mi alma no muera! Tenía frío, sed y hambre y sólo demandaba libros, es decir, horizontes, escaleras para subir a la cumbre del espíritu y del corazón, porque la agonía física, biológica, natural de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía que provoca un saber insatisfecho dura toda la vida.
Por tanto, el granadino pide a gritos: libros, libros y más libros, de esta forma insta, exige a los pueblos que pidan bibliotecas a las autoridades. Una biblioteca es una reunión de libros agrupados y seleccionados, es una voz contra la ignorancia, una luz perenne contra la oscuridad.
Finaliza con la cita de un escritor crítico francés del S.XIX: “Dime qué lees y te diré quién eres”. He dicho.
Escribió a la editorial de la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde estuvo unos años, también escribió a la editorial Ulises y él, a su vez, enviaría todos sus libros escritos y los de sus amigos para crear el fondo inicial de esa pequeña biblioteca.
Su discurso, pese a haber transcurrido nueve décadas sigue vigente en este inicio de s.XXI, porque para vivir es importante asegurar nuestra economía, pero también es
fundamental alimentar nuestra mente de contenidos y valores sólidos, plasmados en los distintos ámbitos sociales y, sobre todo, en los libros, de modo que enriquezcan nuestro bagaje cultural y nuestra personalidad. Así podremos contribuir a formar parte de una sociedad más justa, más solidaria y más comprometida con el entorno.
Añadir, finalmente, que compartimos las palabras del poeta y nos unimos a su clamor de “medio pan y un libro”.
Autora: Leonor Amorós Montoya

2 respuestas
Me encanta esta disertación sobre la cultura que hace Leonor, los libros, con García Lorca,un gran promotor y dar a conocer el saber a la gente, con su iniciativa de la biblioteca pública en su pueblo.
Es cierto que con tu escrito Leonor de García Lorca vuelves a poner en valor la cultura, el saber a través de los libros, que como bien dices, está olvidado respecto a otras áreas que pueden afectar a los ciudadanos.
Gracias por tu reflexión sobre este tema
La lectura te traslada a otros mundos y te evade de muchas cosas, pero el hambre es difícil de engañar. Sólo comerte las hojas te aliviaría.