Hay momentos en la vida que, de alguna forma, nos empujan a tomar decisiones. Decisiones donde la balanza imaginaria actúa de forma muy sabía.

Otras circunstancias, por otro lado, han sido tan anheladas que, cuando llega ese día, nuestros poros emanan la alegría que tanto tiempo habíamos alimentado. Las hojas del calendario han sido arrancadas muy rápido unas veces y otras han ido cayendo solas con su parsimonia inamovible.

En el caso de haber finalizado la etapa de tu vida laboral, la satisfacción de saber que tu esfuerzo ha valido la pena, bien merece acunar un «nuevo reinventarse».

Reinventarse con la familia, los hijos, los amig@s. Pero en primer lugar con un@ mism@.

Caminar inspirando la fuerza que te impulsa a levantar la pierna para marcar el paso de tus sentidos. Expirar cuando desciendes a la nueva realidad que recién estrenas.

Tus ojos parece que observan como nuevos los rincones de tus andares.  Las flores  emanan su perfume de forma más intensa. Los » buenos días vecina» o «gracias panadera»suenan más armoniosos.  Los rayos de sol acarcian de forma diferente, y tú sigues siendo la misma persona , pero con distinta melodía.

Feliz renacer A.M.

Cuadro cedido para este blog por la pintora Amparo Martí.

Añade aquí tu texto de cabecera

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Otras Publicaciones