No entiendo este término. ¿Implica supremacía sobre el denominado tercer mundo? ¿Dónde queda el segundo mundo?
Oímos constantemente expresiones como por ejemplo, «no debo comer para no engordar», «necesariamente tengo que renovar armario cada temporada», «no puedo pasar sin ir al gimnasio», «tengo que viajar mínimamente dos veces al año» y muchas otras superficialidades que se quedan obsoletas cuando hay gente que no tiene para comer. Otros que se ven obligados a abandonar toda una vida huyendo de guerras que ni siquiera entienden como civiles.
El mundo se está descomponiendo bajo nubarrones repletos de poder, de odio, de no tener en cuenta a los propios hermanos de una sociedad que se suponía sana. La despersonalización de nuestro mundo está causando graves problemas porque el dolor expresado en imágenes nos va inmunizando. No debería ser así porque detrás de una lágrima hay una familia o tal vez la desesperación de una persona adulta o un niño al haberla perdido por completo. Los niños, nacidos en sociedades hostiles, no tienen derecho a comportarse como niños, son víctimas de la pobreza. No les dejan seguir su propio camino evolutivo. Están sesgados por el dolor y la miseria.
No banalicemos sobre los problemas del globo terrestre. Mejor girar nuestros ojos a derecha e izquierda. Sentir las pisadas de los que van por delante y ofrecer la mano a los que van quedando atrás.
Me emociona observar que se le hace un homenaje a un perro que permaneció al lado de su amo japonés hasta después de la muerte de éste. Eso se llama fidelidad. ¿Estamos perdiendo nosotros humanidad?
¿Cuál es tu fidelidad? ¿Qué aportas a tu sentido de vida? ¿Te habla tu corazón ante los más desvalidos? ¿Qué aportación puedes ofrecer a tu entorno?¿Cuánta benevolencia te ofreces a ti como persona?¿Es parecida a la que ofreces a los demás?
A veces son demasiadas las preguntas para una sola respuesta.