¡Menos mal que sólo fue un sueño! Me compré una casa sin poder deciros en qué ciudad. No reconocía las calles. Había que limpiar el polvo acumulado durante el
Cuando nacimos éramos un total de cinco. Parece ser que fui el último en salir del huevo. Me lo tomé con calma. Nunca entendí los reproches de mis hermanos
Tal vez hoy sería el momento de descubrir qué ocurriría si truncara el círculo del sueño. Iba a ser ella quien provocara el cambio tan temido y tan deseado.