Tocaba entrar por tercera vez en quirófano. Le sorprendía la recepción que se le hacía a los pacientes en el hospital. Todos los que ingresaban ese día eran citados
Madeleine, la amiga de Chano, tenía asumido que no era una mujer explosiva, pero nadie le podría negar que ahora era una mujer «eléctrica», con «chispa», «biónica» Le dijeron
Llegó el día del segundo ingreso y había pasado la semana un tanto inquieta. Recordaba a la compañera de habitación y anhelaba esas mismas horas de descanso previas a
La amiga de Chano le seguía relatando su proceso de circunstancias vitales diferentes y no pude más que llevarme las manos a la cabeza por lo que me estaba